sábado, 4 de enero de 2014

Galaxia

Y ahí estaba ella, vestida y cubierta solamente con su son risa. Un par de labios que ocupaban el panorama principal, iluminados a la vez por sus ojos almendra. Pronto se dio vuelta dejando a la vista su espalda blanca, luciéndola como una galaxia estrellada, el tiempo suficiente para caer en la hipnosis.

Unos dedos veloces recorren un piano, una melodía llama al recuerdo.

Una vez más sus ojos. Apenas dio vuelta su cabeza, dándole vida a sus oscuros rizos, y ya se asomaban sus ojos, que pronto se escondieron tras sus párpados.

Y tras sus párpados los míos. La galaxia se apaga.

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